Puerto Santiago-Alto Lomo Las Cruces-Barranco de Archipenque.

Hay muchas maneras de ver los Acantilados de Los Gigantes, cualquiera de ellas, sin duda, te dejará impresionado al ver este espectacular lugar. Una imponente muralla de piedra que emerge de las profundidades del Atlántico y se eleva hasta alcanzar los 600 m. de altura. Los guanches, habitantes pre-hispánicos de la isla, se referían a ellos como la «muralla del infierno», y una vez los veas, entenderás por qué.

En esta ocasión nos vamos a mover por caminos casi perdidos, caminos olvidados, que nos llevaran a disfrutar de unas panorámicas de Los Acantilados diferentes a lo que estamos acostumbrados.

Empezamos desde el famoso y turístico mirador de Archipenque, donde muchos turistas se paran para llevarse inmortalizado en forma de foto este lugar tan singular. Desde allí sale el PR. TF65 que nos conduce hasta Santiago del Teide, pero a pocos metros de comenzar lo abandonamos para continuar por un sendero casi perdido hasta unas antenas de comunicación. Desde este punto comienza nuestra subida por un camino casi desaparecido que tendremos que tomar como referencia unas antiguas tuberías y tajeas fuera de servicio. Un sendero pedregoso y bastante empinado por un terreno bastante degradado por la acción humana, que nos lleva a poder observar las primeras panorámicas de Los Acantilados. Unas imágenes que se quedan grabadas en la retina de lo espectacular de esta zona. Esta vista serán la tónica durante todo el ascenso hasta el Lomo de Las Cruces, un picacho que muchas veces está presidido por una bandera canaria.

Desde este alto, continuamos cresteando por un camino a veces casi perdido, pero que siguiendo el track de la ruta se hace bastante más llevadero. Un sendero que va por toda la cresta, por el filo de la montaña, y nos brinda unas vistas tanto de un lado, los acantilados, como por el otro lado de todo el valle, hasta llegar al Alto de Guamasa.

En este punto nos encontramos con antiguas tierras de cultivo en bancales. Esta ubicación nos hace una idea lo duro que era llegar hasta aquí arriba al igual que traer o acarrear los materiales y frutos que se producían.

Atravesando estos campos nos desviamos a la derecha para tomar un sendero de bajada, que conectaba esta parte de la isla con el valle y Tamaimo. Esta parte hay que tener especial cuidado, ya que bajaremos una vertical bastante empinada y por un sendero muy poco transitado. Lo bonito de esta bajada es poder observar las diferentes capas de terreno que nos encontramos en la ladera, e incluso una zona bastante peculiar con una veta de almagre, y con impresionantes paredes llenas de cuevas naturales que dan un aspecto «agujereado» a estas antiguas laderas. 

En este descenso hay tramos que pueden producir vértigo sobre todo al principio, ya que en pocos metros descenderemos bastantes metros de altitud, por lo que hay que tener en cuenta este dato.

La vegetación en todo este recorrido es la propia de la zona del sur de la isla; predominantemente tabaibas, cardones, retamas y pencas, además de algún que otro verode, y que es lo normal que nos vamos a encontrar. A excepción de las zonas antiguas de cultivo donde todavía queda algún almendrero y algún que otro duraznero normalmente al borde de los caminos.

Una vez abajo salimos de nuevo al sendero PR.TF65, donde tomamos este nuevo trazado ya todo en sentido descendente. Un sendero que cuenta con un firme que combina tramos de tierra con otros que conservan el empedrado de origen. Este dato nos da la una idea de la importancia que tenía esta vía de comunicación. Muchos tramos van metidos entre muros de piedra que delimitaban los campos de cultivos, como si de una calle se tratase.

Esta parte del recorrido es mucho mas transitado por gente que sube hacia Santiago del Teide y es justo en esta parte, donde se concentra la mayor humedad y por tanto el mayor calor que vamos a encontrar en el camino. Es un dato a tener en cuenta, ya que no tendremos ningún punto de agua para beber y refrescarnos. La última parte del recorrido cambiaremos completamente la vegetación por plantaciones de plataneras e invernaderos, todo ello por un barranco denominado Archipenque, que es etimológicamente una palabra guanche que significa terreno pedregoso y de mala calidad. Sin duda un nombre bien puesto!!!

Un recorrido difícil, no apto para principiantes. Con una primera parte con una dura ascensión por un terreno que se requiere tener paso firme y sin vértigo ya que gran parte del sendero que recorremos, al estar ya poco transitado está casi perdido. Desde mi punto de vista recomiendo hacerlo en el sentido que esta el track, ya que hacerlo al contrario aumentaría considerablemente el riesgo. Una ruta por caminos tradicionales antiguos, que en contraprestación nos llevará a disfrutar de unas vistas de Los Acantilados de Los Gigantes espectaculares.

Importante evitar las horas centrales del día, así como los días de altas temperaturas, ya que en este valle se concentra mucho el calor y puede llegar a ser un hándicap importante a tener en cuenta. De la misma manera recomiendo llevar acopio suficiente de agua así como sombrero y protección solar.

Perfil de la ruta:

Si te gustaría conocer este lugar y quieres disfrutar de este espectacular sendero que te proponemos, te puedes descargar el track aquí.

También te lo puedes descargar la ruta desde este enlace en:

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