Este barranco situado a los pies de los Roques dos Hermanos, nos introduce en una zona de espectaculares riscos, con caprichosas formas escarpadas por el agua y un barranco profundo. Nos adentramos en la zona en la que es transitable simplemente andando, ya que su parte alta es necesario cuerdas de escalada para sortear los diferentes saltos que hay.
Ruta circular, en la que empezamos siguiendo una canalización de agua para ir prácticamente planos adentrándonos en el interior del cauce. En esta primera parte el caminar por este canal nos dará una visión desde las alturas de lo espectacular de este precipicio.
Caminaremospor una antigua artajea de grandes dimensiones, por la que puede andar una persona, eso si, con todo el cuidado del mundo, por el evidente peligro que ello conlleva, construida de mortero y cal, y que nos conduce durante un espectacular ir y venir de curvas hasta la «Casa del Tomadero». Esta casa hoy en día se encuentra en ruinas y solo se reconocen los cimientos, de lo que fue hace tiempo una casa rodeada de increíbles huertas en zonas completamente casi verticales donde se plantaba millo, vino e incluso naranjas.
Pero lo espectacular del recorrido es hacerlo por el canal excavado en piedra, mostrándonos toda la profundidad de este precipicio con vistas en algunos lugares casi imposibles, sin duda un espectacular desfiladero.
Recorrido el canal nos lleva hasta el mismo fondo del barranco donde se encuentran unas antiguas «presas» para canalizar ese agua. Estamos en lo mas profundo, donde la majestuosidad del sitio nos hace sentirnos casi pequeños en comparación.
Lugar de grandes piedras y cantos rodados por el agua. El Barranco suele tener agua hasta bien entrado el verano, de ahí su nombre de «Rio» ya que la actividad de algunas galerías de la zona y las diversas fuentes que había le daban un caudal casi todo el año.
Pero si creíamos que recorrer el barranco desde las alturas era lo verdaderamente espectacular, volver de vuelta por el fondo de tan impresionante desfiladero no es para menos. Con destrepes pequeños, grandes piedras, cantos cubiertos de líquenes, curvas que han ido produciéndose por la erosión del paso del agua, cascadas e incluso espectaculares charcos donde en momentos de agua se puede uno incluso bañar. Todo esto hasta su desembocadura en el mar.
El descenso por el cauce del barranco nos lleva aun ecosistema casi único donde veremos pequeños sauces canarios que luchan por sobrevivir año tras año a las corrientes de agua que por allí pasan en la épocas de lluvia.
Llegando al final, casi en la desembocadura nos encontramos con un antiguo pozo de agua, hoy en deshuso y una galería que todavía se utiliza hoy en día con un espectacular motor, que sin duda verlo funcionar es digno de observar.
El fin de la ruta volveremos a subir hasta Punta del Hidalgo, donde podremos contemplar por ultima vez la majestuosidad de este rincón del Macizo de Anaga con su Roque dos hermanos.
Nota: Circular por un canal a estas alturas siempre tiene una dificultad y un riesgo añadido por el vértigo. Caminar por estos canales esta prohibido. Hacer esta ruta es completamente responsabilidad de cada uno, y por lo tanto cada cual realiza esta actividad bajo su responsabilidad. Sea prudente y extreme las medidas de seguridad. Es imprescindible llevar material adecuado para transitar por esta zona y extremar al máximo las precauciones y medidas de seguridad.
Actualizacion Marzo 2019:
El canal le han puesto una valla con un cartel de prohibido el paso. Aunque no es difícil de continuar, cada uno es responsable de tomar las decisiones oportunas a partir de este lugar.
Si te gusta esta ruta y quieres explorar esta espectacular zona, te la puedes descargar aqui:
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